5 sesión de la MCIB: Dos propuestas en blanco y negro

 

La última sesión de la MCIB dedicada al cine contemporáneo mostró las propuestas más arriesgadas, el documental social Los océanos son el verdadero continente de Tommaso Santambrogio y la película de animación para adultos Invelle de Simone Massi

Para su puesta de largo detrás de la cámara Santambrogio ha rescrito y desarrollado con amplitud el cortometraje homónimo del mismo título del 2019. Se trata de una coproducción italo-cubana rodada en castellano en la isla caribeña que narra tres historias en torno al drama de la emigración: la de la pareja de artistas Alex y Edith, la de los niños Frank y Alain, y la de Milagros una mujer mayor que afronta la soledad escuchando la radio y leyendo cartas de antaño.

 La cámara de Lorenzo Casadio colaborador de Satambrogio en otros cortos y trabajos previos se recrea en cada detalle la luz entre las hojas, los diminutos insectos, el adorno polvoriento encima de la mesa. Y sobre toda la cinta respira en los silencios la nostalgia previa a la separación aún cuando está no haya llegado todavía.

 

 

Simone Massi es uno de los autores más importantes de cortometrajes animados en stop-motion, y prueba de ello son sus más de 200 premios en festivales internacionales. En Invelle, una palabra del dialecto de las marcas que se podría traducir por en ningún lugar narra la historia de tres niños en distintas épocas, marcadas por una infancia sin sus padres que no volvieron de la guerra y testigos de la violencia. 

Para realizar un minuto de película se necesitan más de 500 dibujos en los que extiende una capa de pasteles al óleo sobre papel para luego rayarlo con puntas secas y otras herramientas de grabado. A veces utiliza el rojo u otros colores como el pañuelo de una de las niñas protagonistas, lo que nos recuerda al abrigo de la lista de Schindler. La película es extremadamente lenta y el espectador se puede perder en este caledoscopio de historias atrapado por unos dibujos impecables.

 

4 sesion de la MCIB: Día de directoras, Misericordia de Emma Dante y Te l’avevo detto de Ginevra Elkrann

 

Emma Dante es una buena retratista de los entornos femeninos. Ya lo hizo en su anterior filme Le Sorelle Macaluso que clausuró la edición digital de la MCIB en el 2020 y lo vuelve a hacer en Misericordia que conmueve con esta historia trágica donde las mujeres son explotadas y agredidas sexualmente de todas las formas posibles. El comienzo no puede ser más desgarrador. La madre de Arturo joven y guapa recibe una brutal paliza cuando está en cinta y muere poco después de dar a luz. Arturo (Simone Zambelli, al que los espectadores catalanes ya descubrieron en la versión teatral de la misma pieza) vive con una discapacidad intelectual desde que nació y con la edad mental de un niño es cuidado por dos prostitutas Betta (Simona Malato a la que ya vimos en el papel de madre el día anterior en Stranizza d’Amuri) y Nuccia (Tiziana Cuticchio). 

La nueva meretriz en llegar Anna se une a su desdichado hogar por lo que Arturo acabará teniendo tres madres que le tratan de proteger del infierno que le rodea. Para Emma Dante: "la misericordia es la emoción que quiero nazca en mí cuando veo a una persona desafortunada; no debo compadecerla, sino sentir que comparto su desgracia" e invita al público a hacer lo mismo.

Para su segundo trabajo tras la cámara Te l’avevo detto Ginevra ElKann vuelve a contar como en Magari con Chiara Marzini para contar una historia personal con tintes ácidos. Para ello se ha rodeado de un gran elenco de actores como Valeria Bruni Tedeschi, una desconocida Valeria Golino enmascarada tras una pop star, Greta Scacchi, Alba Rochwacher, Marisa Borini supervivientes y resistentes a un insoportable ola de calor invernal que asola Roma, la ciudad eterna. Este aire denso se transmite con una fotografía de tonos cálidos firmada por Vladan Radovic. Cada uno de los personajes con sus propios problemas y miserias parece haber perdido el norte y no puede pensar ante este calor abrasante que el espectador nota en el ambiente. Un elenco desaprovechado en una historia coral sin principio ni fin.

3 jornada de la MCIB: Stranizza d’amuri y Una sterminata domenica, dos caras de la juventud

Tras la clásica sesión de cortos en la que se proclamó ganadora de l’Amor perdu de Lorenzo Quagliozzi que nos traslada a la Francia ocupada por los nazis para acercarnos al tema de la fe y al amor nos esperaban dos puntos de vista sobre la adolescencia Stranizza d’Amuri y Una sterminata domenica.

Para su debut tras la cámara el actor Giuseppe Fiorello vuelve a su Sicilia natal para hacer una versión libre del crimen de Giarre en el que una pareja de jóvenes homosexuales enamorados en Sicilia  fueron salvajemente asesinados de un tiro en la cabeza, en octubre de 1980, un crimen todavía impune. Con una dedicada dirección y fotografía Fiorello no busca al asesino que aún hoy se desconoce sino que filma muy inteligentemente los orígenes de esta historia de amor. Para ello se toma como licencia situar la historia dos años después en el verano del campeonato del mundo de fútbol que conquistó la escuadra “azzurra” Y refleja perfectamente el profundo sur: hombres que se pasan el día en los bares, los icónicos ciclomotores, el calor, el río y sobre todo los más grandes perjuicios. Gianni (Samuele Segreto) y Nino (Gabriele Pizzurru) chocan por accidente con sus ciclomotores. Nino se siente responsable por haberse cruzado le invita a su casa y le ofrece trabajo. Desde ese momento surge una gran amistad que pronto deriva en algo más y que no sienten miedo al ocultarlo, pero no todos lo entienden igual.  Como banda sonora dos canciones de Battiato “Cucurrucu” y Stranizza d’amuri que sirve de título al filme, una gran cinta para una triste historia de amor. Los espectadores que acudimos a la sesión de los cines Verdi tuvimos el privilegio de contar con la presencia de Simona Malato, la madre de Gianni que lo calificó como un himno al amor. El filme será distribuido en nuestro país por Flamingo Films.

Para la tercera sesión quedaba reservada Una sterminata domenica de Alain Parroni, la coproducción a tres bandas Italia, Alemania e Irlanda una apuesta personal de Wim Wenders en el que Parroni trata de hacer un retrato de la generación Z en los suburbios de Roma. Durante casi 80 minutos andan a la deriva sin rumbo fijo, Alex (Enrico Bassetti) es el más grande (tiene 19 años), mientras que Brenda (Federica Valentini) y Kevin (Zackari Delmas) apenas pasan los 15 no tienen nada que hacer y viven todos los días como si fuera un domingo interminable que da título a la cinta. ¿Siempre será así? En el último cuarto final un giro brusco les espera a los tres protagonistas. La pregunta es ¿era necesario esperar tanto tiempo para conseguir este resultado?