Gala Inaugural de la MCIB: Capri Revolution

A Marianna Fontana la descubrimos hace dos años también en la Muestra de Cine Italiano de Barcelona en Indivisibili de Edoardo de Angelis. 

La joven actriz, solo 21 años, dos papeles protagonistas a su espaldas saludaba a los espectadores que una vez más llenaban la Sala 1, la más grande de los Cines Verdi para inaugurar una nueva edición, la VII de la Muestra de Cine Italiano de Barcelona. La propuesta para esta sesión de estreno, Capri Revolution de Mario Martone que tal como se anunció en Italia no se estrenará hasta el jueves 20 de diciembre. La ceremonia fue un poco más breve que en años anteriores ya que no se entregó ningún premio.

 

Unos pájaros en libertad sobrevuelan la isla de Capri. Son una metáfora del camino que vivirá a través de 122 minutos Lucia, una joven campesina, pastora de cabras y que se mueve ágilmente por los riscos de la isla agreste, cuando todavía no se había convertido en un club de tiendas de lujo para la jet-set.  La acción se situa entorno a 1914 en los albores de la Primera Guerra Mundial. Martone rescata la experiencia de Diefenbach un pintor alemán que junto con una veintena de jóvenes del norte de Europa crearon una comuna de vegetarianos y nudistas defensores de los que más tarde se llamaría "amor libre". Danzan al sol y buscan sentir la intensidad del calor y de las emociones en coreografías que tal como reconoció Fontana ,en el coloquio posterior con los espectadores, se prepararon conjuntamente y a la vez con un trabajo personal para ser capaz de integrar esa libertad de movimiento que es tan importante en Lucia. Apenas tienen contacto con los otros habitantes del pueblo anclado en la tradición y que celebra jubiloso la llegada de la electricidad a la plaza. Lucía se rebela contra su propio destino que le ha buscado su familia, casarse y abandonar su trabajo en el campo como pastora de cabras porque seria alejarse de la naturaleza que tanto ama. Es así como entra en contacto con la comuna donde aprenderá a leer, otros idiomas y seguir creciendo como persona. 

Para afrontar el papel de Lucía, Fontana que se desnuda física y emocionalmente en la pantalla leyó diversos libros y se inspiró en figuras como Nellie Bly, la primera mujer periodista e incluso en su propia familia como su abuela que le explicó el papel que tenían las mujeres en las sociedades patriarcales. Tal como reconoció al público de los Verdi  ha sido increible  interpretar dos mujeres tan diferentes como Viola y Lucía que me han regalado tanto y de las que he aprendido mucho. Con 21 años Marianna Fontana tiene todo el futuro por delante. Ojala le sigan ofreciendo estas oportunidades y poder seguir disfrutando de su talento.